Nunca bajes la guardia [Sakura]

Estire mis brazos una última vez, como si de tocar el cielo se tratara, antes de desplomarme en el suelo arenoso el cual era acariciado por los rayos del sol constantemente. La sed podía sentirse a cada momento pero no pensaba tomarme el agua que llevaba conmigo. Acomode mis brazos atrás mío largando un suspiro el cual podría ser tan solo por el cansancio y la molestia en mis pies los cuales comenzaban a quejarse por los kilómetros acumulados en los días transcurridos desde mi partida. La idea fugaz de querer volver a mi casa pasó por mi mente haciendo que moviera la cabeza en negación, no pensaba rendirme tan fácilmente, en más de algo debía ser aunque fuera un poco útil.

Me levante de nuevo deteniéndome un momento para observar alrededor. EL manto dorado que cubría el lugar daba la impresión de que incluso el aire que pasaba tenía esa tonalidad característica. Eso solo me hacia extrañar mas mi hogar, la falta de ver el manto blanco de nieve cubriendo el lugar lograba ponerme un poco nostálgica. Pero de igual forma, debía empezar a moverme y dejar de perder el tiempo de la manera en la que lo hacía. Comencé a dar pasos decididos sin mirar atrás, no podía quedarme mucho en el mismo lugar a pesar de haber intentado borrar las señales de que era una maestra agua para poder moverme sin problemas por el lugar.

Una sonrisa se dibujo en mi rostro al notar que enfrente de mí se encontraba un pozo por el cual podría haber saltado de felicidad. Me acerque rápidamente a este buscando la cubeta para subir el agua pero… no había ninguna –Esto tiene que ser una broma- mencione asomándome observando el interior de este, igual nada. No pensaba irme sin haberle dado un trago, de eso estaba segura. Disimuladamente observe a mis alrededores, no parecía haber nadie cerca y era una buena ocasión para practicar. Lentamente comencé a hacer el movimiento con mis manos para acercar un poco dejando de vigilar a mi alrededor.

Definitivamente misiones como esas me hacían cuestionarme a menudo el porqué se me había metido en la cabeza el enrolarme como guerrera Kyoshi. La líder me había encomendado una misión, llevar un mensaje de uno de los consejeros del pueblo a una de las grandes ciudades del reino tierra. La misión fue realizada sin contratiempos, pero el regreso era el que me estaba matando.

Se me hizo fácil tomar uno de mis famosos "atajos" el cual por distracción mía me llevó al desierto; cuando me di cuenta, ya me hallaba demasiado adentrada en aquel inhospito terreno como para volver sobre mis pasos, por lo cual se me hizo fácil seguir, craso error.

El sol se hallaba rabioso, matándome más las neuronas a cada minuto que pasaba debajo de él (échale la culpa al sol, dirían mis hermanas guerreras); el azote del gran astro era tan fatal que poco a poco me hizo deshacerme de algunos cuantos de mis aditamentos del uniforme para portarlos en la mano y no en la cabeza (la corona, los guantes, el peto... ¡Hasta el maquillaje se me había derretido por el sudor!) Precisaba hallar agua si quería dar un paso más, pero no parecía haber nada a la vista.

Seguí caminando (casi gateando) en busca de algún oasis o algo que pudiera serme útil. Gracias a los espíritus no tardé en dar con un pozo. Al verlo, mis ojos se agrandaron con gran emoción y una enorme y estúpida sonrisa se plantó en mis labios, La sed me hizo gatear hacia el pozo a gran velocidad, ansiaba poder beber.

Al aproximarme vi que se hallaba una chica cerca de él... debo admitirlo... ¡¡Era la chica más bella que había visto en las últimas 24 horas!! Su cabello era largo y sedoso, su rostro pese al gesto adusto era hermoso, ¿Acaso sería una visión?

En eso la vi hacer algunos movimientos que me eran familiares y de pronto el agua salió del pozo en dirección a ella de modo que pudo beber. Me quedé anonadada.-¡Eres una maestra agua, qué emoción!- Exclamé impresionada desde el piso mirándola con aun más ilusión; se notaba que tenía un gran control de su poder, algo que ya desearía yo poseer.

Quizás no debí de haberme distraído tanto sacando el agua del pozo, menos cuando esta tuvo contacto con mis labios y sentí como me refrescaba de nuevo cerrando mis ojos dejándome llevar por la refrescante sensación de esta. El frio de esta al pasar por mi boca directo a mi estomago era definitivamente lo más cercano al cielo que había estado o seguramente había sentido que iba por el infierno mismo con el calor del desierto a todo lo que daba y el agua cercana sin poder ser bebida.

El sonido de la voz ajena podría haber llegado a matarme en ese momento. Estúpida, estúpida Fayleen ¿Qué había estado pensando con bajar la guardia de aquella manera tan irresponsable. Mi cuerpo reacciono más rápido que mi mente moviéndome rápidamente a tirar agua en dirección a la dueña de la voz , de una forma lo suficientemente torpe como para tan solo mojarla. Al verla y detenerme por unos segundos mi cerebro finalmente proceso lo que había dicho… ¿Qué emoción? Bueno, quizás no había sido un peligro desde un principio.

Al sentir la manera en la que mi corazón palpitaba rápidamente temí por unos segundos que se escapara de mi cuerpo. Queriendo llevar mi mano a mi pecho para comprobar que mi corazón siguiera sin salirse decidí que era una mala idea mostrar aun mas que me había asustado. Me cruce de brazos parándome firmemente intentando parecer más fuerte de lo que realmente era -¿no te enseñaron a no asustar a las personas?- pregunte manteniéndome en la misma posición que al principio.

Ni siquiera lo vi venir; la chica se había asustado y reaccionó de la forma en la que lo haría un maestro al verse amenazado; el agua que usaba para aliviar el calor y la sed ahora la había enviado en contra mía.

Al verla aproximarse lo único que conseguí hacer fue pegar un chillido y cubrirme el rostro con las manos... ¡Valiente avatar resulté ser! ¿Cuál de mis antecesores habría hecho eso? Otros en mi lugar habrían contenido aquel ataque, pero yo...

Terminé bañada, con los cabellos chorreando y parpadeando varias veces para poder ver; no había sido tan malo a pesar de todo, pues me venái asando y aquello aliviaba mucho. Cuando por fin pude abrir bien los ojos la miré, de pie frente a mí, a unos pasos, con una expresión férrea y fuerte; ¡Era admirable! Lo único que opté por hacer fue a mirarla como una boba, admirándola por su fortaleza y su destreza.

-Eh... sí, pero solo cuando me doy cuenta de que la otra persona está ahí y no lo hago intencionalmente.- repliqué a su pregunta, exprimiendo los bajos de mi faldón y mi blusa.- Lamento mucho haberte asustado, pero es que... venía a gasta por el calor y... bueno, eso ya lo notaste pero... ¡En verdad eres increíble!- Concluí sin más, aun mirándola con admiración.

Quizás mojarla no había sido la mejor forma de reaccionar debido a la apariencia amigable de la chica, pero al menos no había sido un ataque de naturaleza más violenta. Claro, no podía hacerlos si hablábamos honestamente, pero eso no tenía que saberlo nadie por el momento. Incluso era mejor si nadie se enteraba y seguía todo de la misma forma, después de todo ¿Acaso alguien sabia siquiera quien era yo? No, lo cual facilitaba mucho más las cosas en mi favor.

Pues, claro que no lo había hecho intencionalmente pero de igual forma, ya con mojarla la había jodido de regreso lo suficiente. Largue un suspiro al escucharla negando con la cabeza ante su cumplido –Vaya que eres muy animada- respondí volviendo a observar el pozo, ya una vez había sacado agua de este sería más fácil y rápido a la segunda. Debía admitir que a pesar de ser muy animada, la chica tenia cierto aire agradable, lo suficiente como para compensarle mi mala reacción.

Dirigí mi cuerpo completo en dirección del pozo, la misma posición en la que me había acostumbrado antes de que ella llegara de la nada -¿Aun te mueres del calor? Si no viene nadie podría sacar más agua- mencione levantando un poco la vista observando, al menos frente a mí se miraba seguro. Dirigi mi mirada a ella ladeando la cabeza, no me había presentado ¿Acaso si se habían quedado mis forzados modales en casa? –Por cierto, soy fay- me presente acortando mi nombre considerablemente para poder eliminar cualquier parecido con mi familia.

Sonreí, llevando mi mano detrás de la nuca, cuando le escuché decir que era muy animada. La chica parecía muy seria, como si le costara un poco divertirse o expresar lo que sentía, pero eso no quitaba que tenía un porte y una forma de ser muy elegante que me dejaban realmente impresionada.
Cuando me preguntó sobre el calor, reí.-La verdad ya me siento más fresca, pero aun tengo sed.- la vi posicionarse otra vez, como si fuera a usar de nuevo el agua control y eso lo agradecí internamente, pues yo aun era un poco desastrosa con eso y sacar el agua por mi cuenta habría sido complicado. Aunque noté que parecía que no quería que alguien más descubriera que ella era una maestra agua.-Mucho gusto, yo soy Sakura… disculpa, pero… ¿alguien te persigue?- Inquirí extrañada.

Comencé a jalar agua de nuevo del pozo como si nada hubiese pasado, La pequeña voz en mi mente me intentaba recordar que actuara normal pero ¿Desde cuándo había actuado normal? Si no estaba siendo forzada a actuar como princesa estaba siendo un verdadero desastre en algún lugar para luego meterme en problemas. Retuve el suspiro que había querido escapar de mis labios al pensar es eso. Escuche su nombre, era bonito, por alguna razón sonaba fresco, como aparentaba ser la chica. Al escuchar su pregunta arquee la ceja intentando no delatar la respuesta que había de fondo –Mucho gusto Sakura, soy Fayleen, pero dime Fay, es más corto- pronuncie intentando actuar con la mayor naturalidad posible, al menos el hecho de que no me conocieran muchas personas ni siquiera en la tribu agua me daba un poco de confianza a la hora de presentarme.

Finalmente con el agua a flote en la superficie voltee a ver a Sakura manteniendo controlado el liquido –No hay donde tomar asi que abre la boca y no te ahogues.- dije mientras lentamente acercaba el agua a su boca –Soy de la tribu agua, la nación del fuego esta en todos lados, es normal que parezca que nos persiguen- Menos mal tenia la excusa lo suficientemente realista como para no delatarme que huia hasta de mi propio hogar.

Contemplaba anonadada la forma en la que aquella chica hacía que el agua se elevara del pozo y se acercara a mi cara; era increíble su control y realmente era algo que me encantaba observar, ¡Ansiaba poder hacer algo así! Pero la verdad... soy medio cabeza hueca.

Abrí la boca en cuanto me lo dijo y tomé el agua directo del aire, ¡fue grandioso! Bebí hasta hartarme, ya satisfecha, sequé mi cara con la mano y la miré.-¡Gracias!- Dije aliviada y sonriente. En eso reparé en lo que había comentado sobre la nación del fuego y asentí; era verdad, esta se hallaba en todos lados, parecía que los días en los cuales las invaciones por parte de esta nación era cosa de todos los días volverían de nuevo.

-¿Quiere decir que tu aldea fue atacada por ellos?- Inquirí apenada, el solo pensar que pudieron ser invadidos por ellos me hizo sentir mal; seguramente a las guerreras Kyoshi nos tocaría entrar en combate muy pronto.