Kaze [Yuki Tsubasa] [Privado]

Recuerdo del primer mensaje :


Después de que la princesa había escapado, me armé de valor y salí rumbo al Reino Tierra a Ba Sing Se. Había ayudado a los maestros agua a llevar el barco, pero el regreso no había sido tan fácil. Me había hecho sentir muy mal ver tantos barcos de la Tribu Agua, y al final me había ofrecido a ayudarlos de nuevo para poder regresar a casa. Me había quitado incluso los lentes, porque quería sentir el océano como cuando no veía. De este modo, usé mi agua control, ante los ojos escépticos y las burlas de todos a mi alrededor. Creo que jamás dejaré de ser el chico ciego y nunca van a respetarme, aún cuando el barco podría moverse sólo con mi agua control.

Finalmente llegamos al norte, pero yo veo el templo aire del norte y decido bajar aquí. Me pongo de nuevo las gafas y bajo. Me hago un trozo de hielo y me paro ahí hasta que uno de los monjes me ve. Me conocen, he pasado por aquí para ver sus técnicas, así que subo haciendo una ola enorme con agua control y un monje me ayuda hasta llegar por fin al templo. Me muestro respetuoso con todos y pido permiso para meditar. No sé meditar en realidad, sólo sé vaciar la mente y lo hago cuando camino por el hielo del polo norte. Me hinco y cierro los ojos...

Me alejo de él, pensando en que me costaría olvidar como lo veo ahora, él chico me gusta y no sólo físicamente, sino más allá. Me alejo y me concentro para alejar todos los pensamientos de mi cabeza. Lo consigo, no es dificil hacer eso para mí.

Creo una ráfaga más fuerte que la anterior y se la mando, cuando veo que tambalea creo que me pase, pero él en cambio está muy contento, levanta el brazo y me dice de donde vino, asiento pero no me ve así que me acerco a él.

-Correcto, muy bien está vez lo hiciste bien. La ráfaga vino de esa dirección.

Le tiendo la mano, cuando se levanta, yo sonrió ligero.

-Una vez más y terminamos el entrenamiento.

Moría por tocar sus labios, pero me alejo lo más rápido posible. Sé que dije que estaría todo el día y es temprano, pero no quiero cometer otra estupidez que me lastime más y que lo aleje a él. Por el bien de la "relacion" había que dejar de vernos. Me concentro de nuevo y le mando una ráfga de menor intensidad, pero desde otro lado, seguro que dice bien de donde la mande. El aprendía rápido.

Esta vez, sí soy capaz de ver de dónde viene el viento y la verdad es que me emociona. Sonrío encantado y satisfecho porque por fin he logrado percibir algo que no cualquiera puede hacer, y entonces, podría moverme mejor cuando usara movimientos de aire control. Me cuesta un poco darme cuenta de que está tendiéndome la mano, y lo tomo pero del antebrazo. Poco a poco, deslizo mi mano hasta tomar la suya y entonces me levanto.

Yuki se aleja de mí de nuevo para continuar con la lección y cuando dejo de poder ver la mancha que se mueve, sólo miro al frente. No necesito de mi vista y un instante después siento cómo una ráfaga de viento me acaricia la nuca. Sonrío y señalo.

- ¡De ahí, de ahí! Fue menos fuerte que la anterior, pero no tan leve como la primera.