::Inquieta, como el aire:: (Yuki Tsubasa)

Hoy es un día como cualquier otro, me levanto rápido, me acerco a la ventana, jalo las cortinas y veo como está el tiempo, despejado, perfecto para volar un poco. Pero antes tengo que desayunar y luego acomodar unos jarrones en el templo, se veían feo en el lugar donde los habían puesto. Me quedo un tiempo sólo observando el paisaje, luego voy a desayunar, termino y me meto a darme un baño rápido.

Salgo aun con el pelo mojado, me visto y voy por los jarrones, tomo dos de ellos y camino uno de los largos pasillos, no veo que mi pequeña herma está por ahí y choca conmigo, boto los jarrones y hacen un gran escándalo, salen varios curiosos, veo a Merak quien se disculpo. Le sonrió amablemente, cuando veo que empieza a recoger los pedazos, uno de los curiosos se acerca y le dice que él lo hará solo. Me acerco a Merak y revuelvo su pelo.

-No te preocupes, total no me gustaban mucho esos jarrones. Fue una buena manera de deshacerse de ellos.

Río divertido. La abrazo fuerte, adoraba a mi pequeña hermana, cuando estaba más chica se rompieron muchas cosas por sus travesuras sobre todo cuando aprendió a volar, la verdad era divertido verla volar. No por nada le decíamos La pequeña brisa.

-¿Ibas a algún lado en particular? Te puedo acompañar, ya no tengo que
ver donde hubiesen quedado mejor esos jarrones.

Camino a lado de ella, por donde ella guíe.

Mi pequeña hermana al chocar conmigo hace que se caigan dos jarrones que estaba llevando a otro lugar para ver como quedaban, cuando de caen ella se disculpa se ve muy apenada, trato que olvide eso, después de todo sólo son jarrones y no de mucho valor. Ayuda a la persona que los recoge, los ayudo también. Me río por todo lo que paso, termino por contagiarlos a los dos, sonrió ligero. Que bueno que la veo reírse más abiertamente, fue un accidente no hay porque hacer mucho más de esto.

Le pregunto a mi hermanita que hace, y le digo que la puedo acompañar ya que tengo libre, siento que se me queda viendo, la miro alzando una ceja, revuelvo su pelo y sonrió divertido, mi pequeña travesura era revolver su pelo. Lo he hecho desde siempre, a veces se molestaba otras no, pero igual siempre era divertido. Me dice que no solo paseaba y que no tiene nada que hacer. Me mira, sonrió divertido mientras espero esa pregunta que sé que sea lo que sea ella acabará ganando. Cuando me mira así no puedo negarme a casi nada. Y la pregunta llega, sonrió aún más y asiento con la cabeza.

-Por supuesto que sí, pero fuera del templo o terminaremos por romper todos los jarrones… aunque no estaría mal así podríamos hacer un cambio.

Rió divertido, camino con ella a fuera del templo, un espacio libre. Me paro frente a ella con las manos atrás.

-Hermanita, muéstrame lo mejor que tienes.

Era la misma pregunta que le hacía cuando íbamos a entrenar, basándome en sus movimientos podía corregirle o llevar el aire control a otro nivel, pero me gustaba ver que era lo que hacía primero.

Mer quiere que la ayude con sus técnicas y me parece bien, pero fuera del templo que podemos hacer desastre. Río porque se que puede pasar, tanto ella como yo podemos terminar por hacer una nueva decoración al templo. Ella acepta y me sigue, también se ríe. Salimos y cuando ya estamos en un lugar despejado le pido que me muestre su mejor movimiento.

La dejo ser, y solo observo, me gusta su primer movimiento, pero luego siento que no lo controla bien, pero igual puede ser mi percepción, con un movimiento leve de manos, logro no caer por la brisa, me acerco a ella.

-Excelente!! Si buscabas botar a tu querido hermano

Me hago al sufrido pero luego me acerco y la abrazo, revuelvo su pelo cariñosamente.

-Tú primer movimiento fue excelente, luego no sé que buscas, si buscas crear una ráfaga al movimiento le falto fuerza, pero si buscabas crear brisa imprimiste fuerza de más.

Espero que me diga que buscaba para poder ayudar con los movimientos, pero el principio en verdad me pareció excelente.

Veo practicar a mi hermanita, su primer movimiento esta muy bien pero luego noto cierto descontrol en sus manos y como resultado una ráfaga viene hacia mi haciéndome perder el equilibrio. Algo que arreglo rápidamente con un movimiento de manos. Me acerco y le digo que estuvo bien si intentaba botarme, ella se pone toda tensa y roja. Se disculpa, me acerco y la abrazo. Revuelvo su pelo divertido.

- Tranquila peque, estoy bien.

Le hago una pregunta, pido me explique sus movimientos y me dice que pretendía hacer, y luego me pregunta si la puedo guiar. Le sonrió ampliamente.

-Por supuesto que si. Le imprimiste mucha fuerza. Las ráfagas de las lluvias son fuertes si, pero no tanto como lo seria un tornado. Primero observa y luego repite.

Me puse aún lado de ella. Me concentro en mi respiración primero para luego concentrarme en como estaba el viento. Ahora el viento estaba perfecto para una ráfaga, sólo había que nanipularlo para que lleve la dirección deseada. Muevo mis manos suavemente al igual que los pies. La ráfaga la dirijo a unos árboles cercanos, sus hojas se mueven al paso del viento.

-¿Qué te pareció?