Kaiser Vaughan

Nombre completo: Kaiser Vaughan
Apodos: Kai
Fecha de Nacimiento: 29 de Noviembre
Edad: 15 años
Nacionalidad: Ba Sing Se
Grupo: Neutral
Orientación Sexual: Heterosexual

Muy parecido a su padre. Tiene el cabello castaño muy oscuro, casi rayando el negro, y siendo lo que más destaca en sí. Su rostro y su tono de piel son muy pálidos, comenzando por sus ojos, que son de un color verde muy claro, y a veces dando la impresión de que no tiene color alguno. Marcados con un par de cejas muy poco pobladas y de un color más bien rubio, anormal contraste con su cabellera. De ahí en adelante pareciera que su piel fue pintada del mismo paliducho color de pies a cabeza, constando de únicos y muy esporádicos lunares en su espalda, y uno en la planta del pie derecho.

Consta de una complexión delgada y a simple vista debilucha, pero posee en realidad una buena fuerza en cada centímetro de músculo y una elasticidad propia de la flaqueza. Camina muy derecho, sin encorbarse jamás. Mira con seriedad, pero al mismo tiempo sin emoción alguna, salvo en casos extraordinarios o con sus amigos verdaderos.

Por naturaleza una persona inquieta y curiosa; mas por costumbre, tranquilo y callado. Kaiser es un chico al que le gusta estar rodeado de gente, pero por la correcta, y siempre prefiere una nula compañía a una mala. Es por eso que decide no juntarse mucho con las personas que conviven con él, y mejor mantenerse al márgen.

Suele encontrársele solo en algún lugar buscando algún rastro de tierra, siempre notablemente nervioso por encontrar lo que sea para saciar esa molestia que le resulta incómoda en algún rincón del estómago. Necesita tocar tierra, revolcarse en ella. Necesita aprender de alguien todo aquello de lo que se perdió por tantos años. Se siente en desventaja ante los demás y, por ende, siente que ha sido un fracaso como maestro tierra.

Con su padre tiene una relación horrible. Por dentro sabe que lo quiere, pero no puede evitar detestarlo por tenerlo ahí como una mascota que puede llevar y traer de cualquier lugar. No suele hacerle caso y le lleva la contraria aunque sepa que tiene razón. Es tajante y, en general, odioso. Con sus amistades es igualmente huraño. No le gusta que lo anden mimando y eso es justo lo que las señoras corren a hacer primero.

Con los demás es indiferente. Ni le van ni le vienen. Suele ignorarlos en todo momento, pues siente que ellos lo ignoran a él y pretende ser recíproco. No considera que tiene demasiados amigos, quizá uno o dos.

Todo esto, combinado con el hecho de que está en plena edad adolescente, lo hacen una personalidad desdichada, y que siempre parece adolecerlo todo.

Nacido de un padre proveniente de la Tribu del Agua del Sur y una Maestra Tierra, Kaiser demostró desde edades muy tempranas la herencia de su madre, quien hubo de estar con él hasta unos pocos años después de su nacimiento, antes de ser aniquilada por un grupo de represores de la Nación del fuego. Su madre era una revolucionaria, una rebelde con causa. Kaiser está seguro de que, de seguir viva, él estaría muy orgulloso de ella. Lo está.

Él había vivido su infancia en Ba Sing Se, dentro del Reino Tierra, pero al ver muerta a su esposa, su padre no encontró motivo para quedarse en ese lugar y decidió partir a una Tribu agua, la del norte. Quizá una de las más inapropiadas para llevar a un maestro Tierra en desarrollo como lo era Kaiser.

El tiempo pasó, Kaiser creció y no pudo evitar notar cada vez más su desentono en aquél lugar. Él solía tener siempre esas ansias, esa necesidad de tocar la tierra, de caminar sobre la piedra o simplemente patear suavemente una pequeña piedrita de vez en cuando. Pero el Polo Norte nunca se deshielaba. Siempre había que caminar sobre un piso de hielo, de nieve, de granizo. Agregándosele a todo esto, estaba la gente. No los soportaba. No podía hacer amigos, vaya, hasta los que no dominaban el agua eran más aceptados, más integrados que él.

"Quizá", solía pensar, "Si tan solo pudiera irme de este lugar... quizá, solo quizá sería más... Feliz.". Miraba a su alrededor. Personas de su edad caminaban frente a él y conversaban. Él ciertamente no podía hacer aquello con muchos.

Con tan solo quince años de edad, Kaiser se pregunta si debería de empezar a hacer que las cosas que él quería pasaran por su propia mano, en vez de tan solo sentarse a esperar a que un milagro pasara.

Otros datos

Invaden mi espacio siempre

• Al igual que su padre, tiene una fascinación por los libros, quizá porque lo separan por completo de la realidad y fungen como vía de escape.
  
• Suele rodar los ojos constantemente cuando su padre le habla.
  
• La verdad es que le gustaría hacer algo en contra de la Nación del fuego, pero piensa que tiene más cosas propias en qué preocuparse. Quizá lo piense cuando logre escapar de casa.
  
• Tiende a exagerar las cosas, como buen adolescente que es.