Where Are You ?...{Lagen}

Hace muchos meses que Lagen no aparecía en la nación del água y toda la gente y en especial yo, estabámos preocupado con él porque la nación del fuego había llegado a la nación del água para hacer busquedas sobre el aparecimiento de avatares. Dejándo a mi pueblo atrás, subí hasta el navío y me quedé escondida en la parte inferior del navío. Este navio dió la vuelta en dirección a la nación del fuego porque no había señal del avatar.

Me mantuve escondida durante 7 días sin alimentarmé y sin poder salir de aquél panteón inferior. En una noche mientras yo dormía un hombre que vigiaba el panteón inferior me pudo ver y me agarró fuertemente de la muñeca haciendomé levantar del suelo. Lo miré seriamente y con odio pero al mismo tiempo con miedo. Este con una voz furioso y amenazante me dijó.

- Ora ora...si no es una nativa de la nación del água...mm serás prisionera y cuando llegarmos a la nación del fuego el rey sabrá que hacer contigo - dijó el con una sonrisa entre sus lábios. Me llevó hasta una carcél y me empujó dentro. Caí de rodillas al suelo y me dejé estar en el suelo.
El día siguiente ya había llegado a la nación de fuego. El soldado me agarró por la muñeca con bastante fuerza que me hizo soltar un gemido de dolor y me llevó hasta el rey. Este me miró con bastante odio y me alzó la barbilla. Yo lo miré con rábia pues él me había quitado la madre y ahora me tocaba con sus manos sucias mi barbilla.

- Soldado, lleva esta mujer a la cocina, será nuestra cocinera y bailarina, enseñale quien es la nación superior- dijo este soltándo mi barbilla con brutalidad mientras yo me mantuve en silencio mientras el soldado me llevava a la cocina y me daba unas ropas que las bailarinas utilizaban para llevar la comida a sus superiores. Suspiré y susurré.

-Ahora sí que estoy metida en un bonito lio...-dije y cambié de ropa y me miré al espejo. La ropa me quedaba bien y el peinado pero demasiado sensual para mi gusto. La jefa de la cocina me gritó entregándome una bandeja de comida en la mano y me indicó la puerta hasta el banquete que se estaba realizando en un anorme salón.
Entré detrás de las otras chicas y en el salón pude ver a Lagen al lado de la princesa de la nación del fuego. Lo miraba y suspiré de alívio porque por fin él estaba bien.

Yo me había distraído mirándolo y un soldado se acercó a mí y me agarró de la muñeca lanzándome al suelo y la comida que yo transportaba en la mano había caído al suelo conmigo. Miré con mala cara el hombre y este viendomé siendo humillada delante de la familia real me volvió a agarrar por la muñeca levantándome para que me pusiera a bailar para entretener la familia real, pero tropezé y hice que una chica se cayéra conmigo. Dos soldados rápidamente se acercarón a mí y me agarrarón fuertemente por el brazo y solté un gemido de dolor.

-Con vuestro permiso Princesa...le daré el debido castigo que sú padre me ordenó- miré al soldado asustada y después miré a Lagen y susurré.

-Lagen...-intenté soltarmé pero estos me llevarón para una carcél y me quemarón las espaldas y me lanzarón al suelo de la carcél dejándomé ahí llorándo y sufriendo con las dolores.

{Vestimienta de Nina }:

El trabajo aquí podía tornarse demasiado odioso, si, me hacia extrañar todos los días que había pasado en el pantano cuando los trabajadores empezaban con sus estúpidas fiestas para celebrar cualquier pequeño triunfo sobre una pequeña aldea. Eran obvias mis razones para que cada vez que empezaran sus celebraciones sintiera que quería tomar mi arco y matar a uno por uno, pues sabía que en alguna ocasión alguna de esas aldeas, por las cuales celebraban de manera tan asquerosa, había sido la mía. Bien podía recordar perfectamente cada detalle de aquel día cuando había regresado al escuchar los gritos, posiblemente nunca lo olvidaría.

Al entrar al lugar la idea había sido pasar rápidamente, pues al ir cuidando a la princesa debía asegurarme que pasara de un extremo al otro sin que en medio del relajo de los soldados algo le pasara, pero esta vez algo resulto siendo diferente a las demás veces. Como siempre, el Señor del fuego le había permitido estas actividades a sus soldados haciendo que ellos abusaran de las personas que se encontraban brindándoles cualquier tipo de servicios ¿A quién le extrañaría que fueran así? Todos sabían que eran salvajes, pero el ver a alguien conocida entre las personas logro captar mi atención, posiblemente por el ruido ocasionado de su bandeja al caer aun entre las estruendosas voces de victoria.

Una vista desagradable era ya ver como trataban de mal a las personas que mantenían en cautiverio, otra muy diferente era cuando la persona era alguien que conocías de antes, pues si bien no era de mi tribu del pantano, seguía siendo de la tribu agua. Sabía que no podía hacer nada ¿Cómo hacerlo en un lugar como ese estando de infiltrado? Simplemente podía pretender que nada había pasado como todos y seguir de largo hasta llevar a Akemi lejos de todo ese relajo. Una vez cumplí con esa parte de mi trabajo aproveche para desviarme un poco, llegando finalmente hasta la prisión. Al llegar a donde estaba Nina me senté del lado de la celda contrario al de ella, apreté los labios al notar el como le habían dejado la espalda, sabiendo que no podía usar curación -¿Qué haces en la nación del fuego? – fue la única pregunta que logro pasar por mi mente, pues preguntarle si estaba bien seria completamente sin sentido.

Me encontraba en la prisión con la espalda quemada y entíendo un fuerte ardor intenso que hizo caer lágrimas de mis ojos. Me escondí en la oscuridad de la celda y fue entonces que escuché la voz de Lagen del otro lado de la puerta.
Me levanté del suelo como pude y me acerqué a la puerta de la celda y bajé la mirada cuando escuché su pregunta.
Tragué saliba y después suspiré y lo miré con ojos llorosos.

-Que hago aquí ? Buena pregunta....he venido por tí, quería saber si estabas bien...y también para avisarte que la nación del fuego ha estado en la tribu água....y siento que algo ocurrirá ! - dije con una voz de dolor y volvía a bajar la mirada.

-Estabamos todos preocupados contigo Lagen, hace tanto tiempo que no vuelves a la tribu del água.....mismo yo estaba preocupada y empecé a pensar que te habían hecho algo o descubierto...-agarré fuertemente el gradiamiento de la celda y llevé una de mis manos a su mejilla.

-Me alegro que estes bien...además pienso quedarmé por aquí un tiempo, seré una simples sirvienta además tengo cuenta que ajustar con el rey del fuego...cosas personales - dije y alejé mi mano de él sentíendo otro fuerte ardor que me hizo geme de dolor y alejárme de la puerta. Yo era una guerrera y mi deber era proteger a toda la nación del água y yo estaba aquí para mucho más que eso.
Hace mucho que conocía a Lagen, desde que nascí y bueno iba a dejar en secreto que Lagen me atraía y no era poco por eso esque por veces hacía cosas estúpidas y tonterías solo para protegerló.
Dejé salir un leve suspiro y miré.

-No voy a dejárte aquí Lagen....te protegeré y seré ahora yo tú guardaespaldas - dije y dibujé una hermosa sonrisa de verdadera amistad y preocupación.

Al escuchar la respuesta del porque estaba qui sentí como poco a poco comenzaba a molestarme ¿Acaso no era obvio que me habia ido por algo? Si bien, los lideres del pantano sabían el porque me habia ido, no iban a estarlo divulgando al mundo para que todo el mundo supiera que soy un infiltrado ¿Acaso eso no arruinaría el propósito de todo –Oh, no tenias porque preocuparte, pero ahora que estas aquí, si es mas peligrosa toda la misión- mencione frunciendo el ceño –claro que se lo que hace la nación del fuego ¿Qué mas estaría haciendo aquí?- menciono respirando hondo antes de terminar de decir eso.

¿Cómo iba a volver al pantano? Si ni siquiera podía visitar mi hogar menos iria visitando las otras tribus –No puedo ir a visitar, soy de la nación del fuego ¿Recuerdas?- intente decir de manera que se entendiera en clave que estaba de infiltrado, pues no quería arriesgarme a decir algo y terminar de agregarle la cereza al pastel con lo que ella había hecho.

Y si pensaba que lo hecho no era suficiente su plan sonaba aun mas arriesgado -¿Cómo que quedarte? ¿Estas loca?- negué con la cabeza decisivamente, no dejaria que se quedara aqui, desde el momento en que se habia unido a la pandilla del pantano habia sido como de la familia, pues entre todos siempre nos habiamos querido como hermanos -Oh no, tu te vas de aqui, no dejare que te arriesgues, eres como mi hermana- mencione volviendo a molestarme ante la situación arriesgada en la que ahora los dos nos encontrábamos. Me aleje de la reja intentando pensar como demonios arreglar esto ahora.

Escuché a Lagen atentamente y me levanté del suelo acercándomé y agarrándo la puerta de la celda.
Mi mirada lo seguía y suspiré. Al parecer no le gustaba la idea en absoluto y sabía eso, él era como un hermano para mí y nos habíamos conocido ahí, pero no lo podía dejár aquí en la nación del fuego solo por su cuenta.
Yo era una guardiana , una guerrera. Hace mucho que Lagen me preocupada y yo lo quería mucho pero mis sentimientos por él ibán un poco más allá que hermanos o simples amigos.
Tragué saliva y suspiré.

-Lagen, no solo estoy aquí por tí para protegerte y asegurarmé que estarás siempre mejor que yo, como tambiénestoy aquí para tratar de asuntos personales que solo a mí me dicen respecto ok ? - dije y escuché lo de loca y negué con la cabeza.

-Escuchamé vale ? Yo me quedaré aquí ok ? como sirvienta, poco me importa que los soldados me intentén hacer algo...tú siempre estarás y estuviste en primer lugar en mí vida me oyés ? no voy a dejar que otra persona a la qque quiero sufra o sea descubierta Lagen....además conseguí entrar y sabes que nadie podrá salir....o llevantará sospechas - dije mirándo a todos lados y volví a mirárlo y extendí mi mano hasta que logré agarrar la suya y lo miré con dulcura acariciando su mano.

-No te preocupes vale ? Yo se cuidarmé...se lo que hago...-dije y lo acerqué a la celda - Confias en mí ? - le pregunté y llevé mi otra mano a su mejilla y acaricié con ternura mirándolo de forma protectora.

-Tú seguirás con el tuyo...y yo con el mío y con el deber de asegurar tú proteccón entendido ? - dije sonríendolé -

Tome sus manos y las aleje de mi intentando no hacerlo bruscamente aunque estaba molesto, verdaderamente molesto. No encontraba lógica a nada de lo que decía ¿Acaso en serio no miraba como todo podría irse en picada en segundos? Ademas del hecho de que la tenían en una celda ¿Acaso no pensaba que era posible que nunca mas la dejaran salir de allí? Ya habia tirado la comida el primer dia, eso solo demostraba que quizás, no les seria útil para nada ¿En que podrían mantenerla trabajando? Dudaba que al señor del fuego y a su esposa les agradara la idea de tener a un ser “inferior” en el palacio trabajando,el señor del fuego solia preferir que sus cosas fueran tocadas por gente –que si bien no eran de la realeza- eran de un elemento superior. –Obviamente no estas aquí solo para protegerme, estas aquí para arruinar el plan- mencione soltando las palabras sin procesarlas antes, solia utilizar el filtro con lo que decía desde que trabajaba aquí pero en este momento podía decir la verdad aunque resultaran como ataques.

Lleve mi mano a mi frente retrocediendo de nuevo la distancia que ella me habia jalado ¿Qué hacia viendo para todos lados? Esperaba que fuera buscando la respuesta al problema en el que nos meteria -¿Estas hablando enserio? Estas en una jodida celda ¿Qué parte de prisionera no has entendido? – me apoye al lado de la reja viendo al lado contrario –Igual, mi trabajo ahora es cuidar a alguien mas, debiste cuidarte sola y no dejar que te atraparan- mencione largando un suspiro, definitivamente cuidar a Akemi era algo mas fácil, pues al parecer podía ser tan buena escabulléndose que dudaba que corriera mucho riesgo, no iba a meterse a una celda apropósito como Nina.

Me aleje de nuevo, por alguna razón a pesar de saber que la dejaría allí sola estaba molesto, tanto que podría salir de aquel calabozo en ese mismo momento –Además ¿tu protegerme a mí? Mujer, enserio, estas fantaseando demasiado estando dentro de una celda- mencione finalmente negando con la cabeza. Bien podría haber sido duro con mis palabras, pero es que cada una de sus respuestas tenían tanto sentido como un oso polar en el desierto, probablemente eso era ella ahora, pues me parecía igual de desubicada. Finalmente respire hondo, -Lo siento si te ofendi o algo, pero no puedo quedarme callado con cosas como esta- solte como mi ultimo comentario.

Lo escuché y sus palabras me habían atingiendo brutalmente. Bajé la mirada de forma triste y desvié la mirada dejándo caer una lagrima y me alejé de la puerta de la celda.
Él ya o era lo mismo, e había tornado en una persona un poco arrogante y fria con sus palabras.

-Lagen...sabes que nunca intenté estropear tú plan...estoy aquí para hacer parte de tú plan...ayúdarte entiendes ? O simplesmente ya olvidasté a toda la gente de tú grupo de 4 amigos ?-dije y voltí a acercarmé a la puerta de la celda.

-Estoy consciente de que estoy en una celda, pero no tardarán en quitarmé de aquí para hacer cualquier cosa que esta gente me ordene para hacer.....-dije con una voz tranquila y suspiré, pero en el fondo estaba preocupada con mí vida. Talvez todo esto haya sido un enorme error pero tenía que verlo y solo intentaba encontrar disculpas que muchas veces eran verdad.

-Tambien necesitaba de verte...ok ? Hombre que me gusta que no ves ? - lo mira dejándo caer lagrimas y le dá la espalda recostandosé en la puerta de la celda con la cabeza baja y con la espalda quemada.

-Pero claro lo que te dije no te debe interesar él más minimo....además puedo ver en tús palabras que cambiasté mucho, eres más frio...cuando hablas! Creo que te estás tornando en uno de ello Lagen....-dije susurrándo entercortadamente -


-Si me quieres dejar aquí sola, estás en tú derecho, además creo que debes tener cosas más importantes en que pensar, como por ejemplo en tú protegida...Akemi tú princesa ahora. - dije con la misma frieza en la voz que él por más que me costasé decir todas aquellas cosas. Después lo escuché pedir perdón por si me había ofendido y suspiré.

-Es tarde Lagen...me lastimasté y debo descansar...y tú debes seguircon su disfraz y tú plan, es es más importante para tí que yo y los demás !- dije aún sentiendo el ardor en mi espalda.

Largue un suspiro al escucharla, mas cuando menciono al resto de la pandilla, ella no tenía idea. No tenía idea del porque había seguido mi camino hasta aquí, y al final, si había seguido aquí en un principio era por las personas del pantano. –Que no olvide a mis amigos o que los llegara a olvidar no justifica esto, simplemente complica todo- me apoye en la pared al lado de la celda sobre mi costado para no aplastar el arco que se encontraba en mi espalda, cada día lograba acostumbrarme más a llevarlo siempre conmigo mientras estaba aquí –Si, si te sacan de allí te tendrán vigilada ¿Olvidas donde te has metido?- me cruce

Mis ojos se abrieron como platos al escucharla ¿Estaba hablando enserio o simplemente era para excusarse? Pero igual, si esa era la razón aun no tenia peso suficiente como para meterse en un lugar como este en esas condiciones, pero en pocos segundos el último comentario desvió mi atención del anterior, “uno de ellos” sentí como la mano que había estado descansando se cerró en un puño –no soy uno de ellos- solté fríamente mientras sentía como las ideas chocaban en mi mente –Si soy frio es porque estoy molesto ¿No me crees? No me conocerías lo suficiente- mencione despegándome de la pared, merecía una respuesta por lo que había dicho antes –Lo siento, pero no te veo de esa forma, siempre has sido como mi hermanita desde que llegaste- Además del hecho de que su actitud de querer protegerme me molestaba cuando yo sabía cuidarme solo perfectamente, siempre había sabido hacerlo. –No vayas a insistir con querer cambiarlo, no va a pasar- termine de agregar esta vez viéndola para que supiera que hablaba enserio.

Arquee una ceja al escuchar el nombre de Akemi, no sabía porque la metía en esto ni porque hablaba de ella de esa manera si no la había conocido aun pero ¿Habría hecho yo lo mismo antes? Quizás no, ya no lo sabría –Tienes razón, ya debo irme- mencione al comenzar a dar mis pasos en dirección a la salida –Nunca dije nada de los demás, no hay que meterlos en esto- mencione volteando a ver una última vez antes de tomar mi camino fuera de aquel lugar, igual ya no podía hacer nada para ayudarla.