Agua pura del reflejo nocturno... Kai's Story

Nombre completo: Kiyomizu (agua pura), Kyouya (espejo, noche… reflejo nocturno) 清水 鏡夜
Apodos: Kai (océano)
Fecha de Nacimiento: 30 de agosto
Edad: 17 años
Nacionalidad: Tribu Agua del Sur
Grupo: Instructor de maestros agua
Orientación Sexual: Demisexual

Mide 1.73 m, pesa 53 kg, tipo de sangre A-. Delgado, de cabello negro azulado corto, aunque le encanta cambiarse el estilo de peinado. Su hermosa sonrisa es capaz de alegrar a más de uno, es sólo que prefiere ser serio y mantener un semblante un tanto melancólico, así que rara vez sonríe. Suele traer el cabello en mejor o peor estado dependiendo de si se ha frustrado. A más frustración, más despeinado. Incluso a veces puede estar decorado con brillantes copos de nieve pequeños, producto de su entrenamiento. Sus ojos son gris azulado con algunas vetas moradas... pequeñas cicatrices que aún ahora pueden verse si lo miras a los ojos directo. Usa gafas con bastante graduación sin ellas es prácticamente débil visual, incapaz de distinguir con total claridad objetos localizados a más de 10 cm de distancia. Le agrada usar gafas porque lo hacen sentir a salvo, cuando se las quita para dormir o bañarse siente miedo de todo lo que lo rodea, aunque está acostumbrado a guiarse por el tacto. Tiene varios lunares siendo los de la boca los más notorios. Dos en el lado izquierdo en el labio superior, uno debajo del labio inferior, también del lado izquierdo. De cejas pobladas y con otro lunar en la ceja derecha. Labios carnosos que suele fruncir por frustración, falta de inspiración e incluso pánico escénico en algunas ocasiones. Al caminar tiene un porte elegante, aunque es bastante natural y no le agrada del todo por pensar que se nota demasiado y prefiere no atraer atención a su persona.

Melancólico y solitario… estos son los dos adjetivos con los que suelen describir a Kyouya. Le teme a la gente y prefiere estar solo por lo mismo, aunque si es necesario, intenta socializar, sólo que prefiere los grupos pequeños. Su miedo a la gente es tal, que al encontrarse en medio de una muchedumbre sale corriendo, gritando muerto de miedo sin importarle ni a dónde se dirige ni por donde pasa, ni mucho menos a quién deja detrás. Es muy responsable y trabajador pero se frustra con facilidad si las cosas no funcionan exactamente como él desea. Persevera hasta lograr lo que se propone. Puede llegar a saltarse comidas o no dormir si es necesario cumplir. Tiende a la depresión, es sólo que no lo manifiesta abiertamente. Sus problemas son suyos y de nadie más. Tampoco es como si otros lo notaran, ya que la mirada melancólica eterna le oculta a otros los cambios de estado de ánimo que pueda tener. Se preocupa demasiado por su apariencia, y si debe salir busca vestirse adecuadamente, buscando resaltar aunque no espera recibir un cumplido. Simplemente busca no verse mal, más ahora que su posición le ha dado notoriedad. Bastante silencioso, no le gusta el escándalo ni las fiestas por el exceso de gente. Da su opinión cuando la piden únicamente y en estas ocasiones se piensa muy bien qué decir y la forma de hacerlo. Honorable, no le gusta mentir aunque sí oculta cosas, particularmente sobre él. Es muy tímido con los demás, particularmente si la otra persona es alguien hermoso, imponente, hábil o admirable. Tiene complejo de inferioridad en todos los aspectos de su vida salvo los relacionados con el agua control.

Kyouya nació en la Tribu Agua del Sur pero cuando era apenas un bebé, sus padres murieron en un ataque de la Nación del Fuego. Un maestro agua lo defendió y decidió llevarlo con él. Poco tiempo después, se hizo claro que Kyouya había quedado ciego. El fuego había quemado sus ojos... El maestro no dudó en llevarlo con él a vivir a la Tribu Agua del Norte, con la esperanza de que el agua del santuario sagrado pudiera mejorar la situación del niño. Este maestro agua era además uno de los que enseñaban el agua control a la tribu, así que al descubrir que Kyouya era un maestro agua también, decidió enseñarle con la idea de que lo sucediera al morir. Kyouya aprendía rápido y mostraba interés por aprender aún más sin sentirse superior al resto. Todo lo contrario, gustaba ya de ayudar a sus compañeros de clases para que también fueran mejores maestros agua. Durante todo este tiempo, Kyouya pasaba una hora diaria con las curanderas, que buscaban sanar sus ojos. Poco a poco fue recuperando la visión, pero no por completo. Sin embargo, desde ese momento él se sintió agradecido porque pudo ver lo hermoso del mundo, aunque sólo a poca distancia. Al cumplir los 13, el maestro lo llevó con él a conocer un poco de las otras naciones y Kyouya aprendió los movimientos de los maestros de los otros elementos. En el Reino Tierra, descubrió que podía ver mejor si se ponía dos cristales tallados frente a los ojos y fue ahí donde le fabricaron las gafas que todavía usa. Pesan, porque son de cristal de cuarzo, pero ahora puede ver el mundo tal y como es. Algo, que considera invaluable.

Siempre le atrajo la figura del avatar y aunque sabe que no puede controlar otros elementos, gusta de dar a su agua control un toque de ellos. Si quiere hacer algo más agresivo y de lucha, copia movimientos de fuego control, si busca estabilidad, imita a los maestros tierra y cuando lanza agua o hielo, a los maestros aire. Es por esto que se metía a tomar clase con instructores de maestros de otros elementos, aunque obviamente no lograba controlar ninguno. Su maestro piensa que es extraño pero original, así que siente que su alumno podrá llegar a ser un digno sucesor… Si tan sólo venciera su timidez...

Hace poco, el maestro murió durante un pequeño ataque por parte de un barco de la Nación del Fuego. Antes incluso de lograr regresar al Polo Norte y eso ha dejado una profunda huella en Kyouya. Siente que ya no podrá sonreír de nuevo porque ha perdido a alguien que es como un padre. Se ha enfocado en aprender todo lo que pueda del agua control y busca ser aceptado como instructor de otros maestros agua. Porque para Ky, el conocimiento no vale hasta que lo compartes, como le enseñaron a él. Es por esto que aunque lo ven raro, toma clase de sanación con las mujeres, pensando que tal vez pueda salvar a alguien algún día, como no pudo hacer con el maestro. Ahora pasa sus días venciendo su timidez y enseñándole a aquellos que le dan la oportunidad. Algunos lo ven como débil porque no es corpulento como un guerrero y además es el “chico ciego”. Aún está acostumbrándose a la nueva vida, porque ahora puede ver, pero al parecer muchos en el Polo Norte aún lo ven como el “niño ciego” que alguna vez fue. Pese a todo, Kai no se rinde y busca destacar por sus propios méritos y no sólo por el hecho de que el antiguo maestro Sakai lo nombró su protegido y sucesor.

Otros datos

-Es débil visual, sin gafas está prácticamente indefenso y no puede ver con nitidez más que a 10 cm de distancia.
-Fue ciego casi toda su vida, de modo que tiene los sentidos del tacto y el oído muy desarrollados.
-No sabe pelear con armas ni cuerpo a cuerpo.
-Todas las noches antes de dormir se somete a curación de los ojos con agua del santuario. Planea aprender curación en parte para poder hacerlo él mismo.
-Es zurdo.
-Tiene agorafobia.
-Su sueño más grande es ser quien le enseñe agua control al avatar.