Un pequeño error de calculo [Akito]

Sentí como mi cuerpo se tensara mientras mi mente pedía a gritos hacerme muchos más pequeña, aunque claro si ya era lo suficientemente delgada para unos casos este no era. El mar de gente se movía de un lado a otro en el mercado mientras yo intentaba contraerme tanto como me era posible, buscando desesperadamente recuperar un poco de mi espacio personal el cual en este momento extrañaba tanto. Cuando vivía en el palacio habían decidió que lo mejor para mí era no dejarme salir tanto, pero a pesar de haberme escapado unas cuantas veces, el nivel de acumulación de personas nunca había sido tanta, agregando claro el cima gélido que en estos momentos extrañaba.

A pesar de haber adquirido ropa del reino tierra, el calor aun me era insoportable, pero me negaba a tomar agua de la cantimplora que había comprado, no podía empezar tomándome el agua de la única cosa que me daba una muy minúscula oportunidad de defenderme. Aunque claro ¿Acaso seguía defenderme? No, no lo suficiente –Gracias mamá por eso- pronuncie para mí misma, cuando en eso sentí como alguien arrebataba de mi brazo ¡¿Mi cantimplora!? Esto tenía que ser una broma, ¡tenía que serlo! ¿A dónde se había ido? Entre toda la gente solo me había percatado de la forma de su cabello, y lo rápido que había corrido. Busque entre las personas intentando avanzar rápidamente, cuando en eso note alguien de cabello similar ¿Podía equivocarme? Claro, pero en el momento en que corrí hacia el subiéndome en su espalda no me importo –¡Devuélvemela!- pronuncie aferrándome fuertemente a él.

No es tan malo salir de casa de vez en cuando, normalmente encuentro personas muy extrañas, demasiado para ser sincero pero la verdad es que me agradaba saber que no era yo el único loco por estos alrededores. Las personas de los alrededores como mis vecinos o personas que viven cerca de donde me mantengo ya me empiezan a conocer, muchos dicen que es increíble que sea inventor y otros por allí ya me crearon un par de apodos por mi locura pero eso es lo de menos, me alegro de que el mundo no sea como pensé que era.

Salí al mercado buscar piezas para mi siguiente invento, ¿qué será? ni yo tengo la mas mínima idea, solo compro un poco de todo lo que pueda y cuando llego a casa lo empiezo a unir, cuando ya va tomando forma me viene a la mente que clase de invento será y si me falta algún material ya salgo a comprar lo que me falta.

Como era un nuevo invento no sabía que comprar así que pase por un par de tiendas en las cuales normalmente compro las cosa básicas y luego ya me dirigí a otras donde ya se encuentran artefactos mas extravagantes. Iba caminando con una par de bolsas en donde tenía las piezas que acababa de comprar cuando de repente alguien salto sobre mi espalda ¿Amigo? ¿Enemigo? perdí el equilibrio y me caí hacia adelante, "si evito la caída y me quito a esta persona de mi espalda llamare mucho la atención, mejor caigo normalmente y verifico si es enemigo o aliado antes de dar el primer golpe".

Caí al suelo de lleno -demonios que fastidio, ¿que te pasa?- voltee a ver a la persona que se encontraba sobre mi con una expresión asesina en mi rostro.

Mi madre, además de nunca dejarme salir del palacio seguramente hubiera tenido un infarto al verme correr de esa forma a atacar a alguien. Incluso las veces que atacaba a mi hermano por jugar había sido un martirio para ella ¿Por qué? Porque esos no eran comportamientos de una princesa y yo, bueno, parecía esforzarme en todo lo posible para no parecer una. Aunque claro ¿Acaso se reiría ahora que me encontraba en esta situación? Finalmente había escapado del palacio y lamentaba mucho… cosas como esta me hacían extrañar mi hogar, especialmente la sed, hambre, falta de descanso y las prendas livianas del Reino Tierra, al menos no eran de la nación del fuego.

Estando sobre el chico la forma en la que reacciono me hizo dirigirme directo al grano, mi cantimplora. ¿Dónde estaba mi cantimplora? Busque la cantimplora con el chico en el piso mientras sentía como mis manos se iban poniendo frías al darme cuenta de algo… me había confundido de persona. El alma se me fue a los pies al darme cuenta de que había atacado a alguien que quizás, solo quizás, no era el culpable de haberse robado mi cantimplora. –Mi cantimplora- mencione intentando fingir seguridad en mi voz -¿Qué la has hecho?- pregunte sin moverme del lugar donde estaba. Quizás para asegurarme de que no se moviera del lugar donde estaba y huyera con uno de mis mayores gastos, o por el hecho de que estaba demasiado cansada como para volver a salir corriendo en busca de esta aunque no quisiera demostrarlo.

Después de voltear a ver note que era una chica así que cambie mi rostro, estaba furioso porque alguien se había lanzado contra mi porque eso no fue un simple tropezón pero al ver que no parecía una amenaza me calme mucho... demonios y yo que estuve a punto de lanzar en el aire a una chica, que suerte que no ataque en el aire. Pero bueno al pasar esto intente levantarme aunque esto fue imposible ya que ella seguía encima mio... ¿que es esto? ¿Algún tipo de broma?

Veo que la chica tienen una cara de cansancio, preocupación y al mismo tiempo algo me decía que estaba alterada, ¿Que pasa con esta chica? no se quitaba encima de mi, como si quisiera seguir así a propósito

-Una... una... acosadora.

Note que ella estaba buscando algo a mis alrededores, miraba cada lugar que ella veía y lo único que miraba eran todas las piezas que acababa de comprar regadas por todos lados... demonios esto es un fastidio, ¿Por qué siempre que salgo de mi casa mas de algo totalmente inesperado me sucede? ¿No puedo tener un día tranquilo cuando salgo? Note el cambio de su rostro al verme... ¿qué? ¿Ahora es tímida? Me pregunta acerca de una cantimplora con una voz que muestra seguridad. Demonios esta chica esta completamente loca, cambia su forma de ser cada minuto y no se quita de encima mio.

-¿Cantimplora? ¿De que hablas?

Mis ojos se abrieron como platos al escucharlo Una…una ¡¿Acosadora!? Por los espíritus, esto era un castigo divino y seguramente mi madre lo estaba comandando mientras se reía. Sin poder controlarlo el calor en mis mejillas aumento notablemente ¿Qué diablos era eso? Lleve mi mano a una de estas, seguramente era el calor, nunca había pasado y en el polo no hacía calor pero ¿Por qué hormigueaban? ¡Me estaba muriendo! Respire profundamente para intentar quitar la sensación que había surgido en mi, curiosamente eso empezó a funcionar -¿Acosadora?- hundí mis dedos en su cabello –No soy una acosadora, como no quieres que te confunda con un ladrón con este cabello de vago que tienes ¿Acaso nunca te lo cortas? ¿No trabajas?- mencione finalmente rodando para quitarme de encima de él.

Me acomode sentándome en el suelo, al menos el lado bueno de esto era que los objetos desparramados hacia que las personas caminaran esquivándonos, finalmente mi espacio personal habia vuelto. –Mi cantimplora, alguien me la robo y crei que tu eres el culpable por tu cabello- mencione cruzándome de brazos, si, estaba completamente jodida ahora y seguramente el ladron ya habia huido para este entonces ¿Acaso esto era Karma por haber huido a hurtadillas del palacio? ¿Qué seguía?¿Que me comiera un bisonte volador en el templo aire? Largue un suspiro tomando uno de los objetos tirados -¿Esto que es?-

¿Sera mi destino encontrar problemas fuera de casa o solo será mi mala suerte? No sé que se trae esta chica pero saltando encima mio, tirando las cosas que acabo de comenzar, acusándome de robo y encima diciéndome vago no es la manera en la que te comportas con alguien que no conoces... aunque la verdad si parezco vago pero eso viene de mas. Debo admitir que la chica tiene su gracia, es algo mona pero alto allí, ¡nadie toca mi cabello! Aunque no iba a tomarle el brazo y quitarlo por la fuerza, muevo mi cabeza alejándola de su mano, ¿Que se cree ella tomando mi cabello? Luego de su discurso que no se si fue una excusa de por que salto sobre mi o un regaño por mi forma de ser se quita encima mio.

-¡Deja mi cabello acosadora! prefiero ser un vago a un acosador y sí, si tengo trabajo y no consiste en estar saltando encima de las personas como el tuyo.

Sonrío burlonamente, sé que eso la molestara pero eso se gana por tirar todas mis cosas por el suelo, hay muchos objetos que compre que son pequeños y entre toda esta multitud será casi imposibles encontrarlas pero bueno tendré que encontrarlas porque no tengo mucho dinero para ir a comprar otra vez las mismas piezas. Ya cuando la chica se había quitado de encima mío se calmo más y empezó a actuar como una persona decente.

-Siento desilusionarte pero no, no he tomado tu cantimplora... pero si me ayudas a recoger todo lo que llevaba en las bolsas y que gracias a ti se regaron por todas partes te ayudare a buscar tu cantimplora- aunque es un fastidio ayudarle será más fácil encontrar su cantimplora que recoger todos mis materiales, y si no la encontramos solo se compra otra y ya esta supongo. Ella toma una de las piezas tiradas cerca de ella y me pregunta por ella -Soy inventor y todas estas son las piezas para armar un nuevo invento.